Mi experiencia con la literatura gay contemporánea siempre ha sido muy mala. Jóvenes escritores que plasman sus fantasías eróticas y poca cosa. Esta no es la excepción. Un libro presuntuoso. Exagerado. Engañoso. Tramposo. te presenta situaciones entre personajes y más tarde te dice que esas situaciones eran fingidas. ¿Fingidas para quien? ¡Pues para el lector claro! Un libro en donde el protagonista siempre suele estar en el lugar adecuado para escuchar lo que tiene que escuchar o ¡oh sorpresa! su hermana está liada con el policía que lo sabe todo. ¡Un superhéroe! Y lo más absurdo y risible de todo es que todos están rendidos a sus encantos. Aquí todos los políticos son gays y todos los policías también. ¿Y yo me pregunto? ¿Qué editorial puede publicar algo así? ¿Esto se vende?
hace 7 años