Tras su muerte, acaecida en 1950, los compañeros de Pavese de la editorial Enaudi descubrieron en su casa una carpeta titulada Escritos literarios. Italo Calvino se encargó de ordenar aquellos papeles y de editarlos tal como hoy se conocen. Pavese, traductor de Joyce, Melville, Faulkner o Dickens, entre otros, escribió con sagacidad y penetración sobre esos autores que tanto admiraba. En estos ensayos también profundiza en su idea de la misión del escritor e indaga en el acto de la creación poética.