Premio Círculo de Lectores de Novela 2013. Durante la Edad Media, las intrigas y traiciones eran el pan de cada día entre los diversos estamentos de la Iglesia. Obispos, inquisidores, abades y priores urdían tramas secretas sin importarles las víctimas que dejaran a su paso, con el único objetivo de aumentar su poder y su riqueza. Porque cuando la codicia se cruza en su camino, el hombre es capaz de convertirse en un lobo.