Una pareja de jóvenes mirlos encuentran un huevo descomunal en su nido. Tienen tan poca experiencia que piensan que de él saldrán cinco o seis polluelos. Como la Mirla no puede cubrirlo del todo, el Mirlo la ayuda a incubarlo. Cuando por fin se rompe el cascarón, sale un pajarraco inmenso al que todos llaman Aguilucho.El polluelo, que no sabe nada de su condición de adoptado, espera que, conforme vaya creciendo, irá menguando para parecerse a sus padres. Pero un día aparece el Aguila-padre dispuesto a llevarse a su hijo al que está buscando desde que se cayó su huevo del nido.