Se trata de una serie de piezas inconexas (o capítulos) que forman una obra inacabada, Se ha tratado de darle algo de forma, pero en mi opinión el resultado es confuso. Sin duda habría sido un libro genial de Wallace, sobre todo teniendo en cuenta la parte autobiográfica en primera persona, pero así presentado no deja de ser un compendio de partes sin llegar a componer un todo. Como de costumbre, he disfrutado mucho con las notas al pie de página y a pesar de lo dicho merece mucho la pena leer a Wallace, incluso de esta forma, a trozos.

Libro divertido. Si, ya sé... Un libro sobre la Administración tributaria, los tributos, los impuestos, la depreciación y todo ese coñazo que a nadie interesa, no puede ser en ningún caso divertido. David Foster Wallace fue alguien increible capaz de hacer disfrutar al lector incluso tratando temas aburridos. Como muchos sabrán es un libro inconcluso pero merece la pena.