A Nacho hay dos cosas que le gustan mucho: esconder los objetos por los que siente verdadero cariño y jugar al escondite. Esto último se le da de maravilla, y por eso quiere demostrárselo a todo el mundo. Pero... ¿qué pasaría si realmente fuera el mejor? Una divertida historia que muestra la importancia de los vínculos familiares.