Es este un libro de actualidad, escrito en primera persona y cuya principal baza es el humor, que pretende informar al común de la ciudadanía de cómo el nacionalismo ha trabajado a fondo, desde la Transición, para imponer el control social en Cataluña. Cosa que, lamentablemente, ha logrado. En ese sentido, la manifestación abiertamente independentista de la última Diada no debe considerarse el inicio de algo, sino la conclusión lógica a más de treinta años de trabajo duro por parte de Pujol y los suyos; con la ayuda de los partidos independentistas minoritarios y de quienes más deberían haberse significado en ofrecer alternativas al nacionalismo: los partidos de (supuesta) izquierda como ICV (los restos de serie del PSUC de los viejos tiempos) y, sobre todo, el PSC, entrañable pandilla de acomplejados —siempre preocupados por si son o no son lo suficientemente catalanistas— cuya actitud pusilánime durante los gobiernos tripartitos contribuyó enormemente a llevarnos a la situación actual. Para entendernos: lo que inició Pujol, lo continuó Maragall y lo remató Montilla.