Otoño de 1614. El marqués de Hornacho encuentra asesinado en la biblioteca de su palacio a Gonzalo Escondrillo, su archivero. Gonzalo era la persona encargada de llevar al día los asuntos relacionados con su gabinete, su especial cámara de las maravillas. En ella el marqués intenta cumplir su sueño de hacer un universo transitable, un lugar que reúna todas las maravillas del mundo al alcance de la mano, desde el cuerno de unicornio más grande de Europa hasta la piel de un oso polar. Isidoro de Montemayor –a quien Sagasta presentó en Ladrones de tinta– ejercerá de detective para el marqués.