Novela no tan fantástica como histórica, y viceversa, ha resistido inédita desde los años setenta. Los testimonios y crónicas en que se basa el autor para su relato son fidedignos, como auténtica la historia narrada, aunque distintos siempre los ojos que la leyeron y los oidos que la escucharon. Entre líneas, la voz del autor aparece o desaparece.