El arquitecto de los cielos es la historia de los hombres que abandonaron Damasco huyendo de las invasiones abasíes para instalarse en Córdoba, desde donde extendieron el poder del califato de Occidente y construyeron la mezquita más admirada de toda la región. Su obsesión, la cuadratura del círculo, abrazar la planta cuadrada con una bóveda circular. Esa era la expresión de la divinidad y ese es el objetivo de todos los califas, hasta que finalmente, gracias a la unión de la sabiduría de las tres religiones representadas en la novela, Alhaquén, hijo de Abderramán III, lo consigue. Al mismo tiempo, él es el encargado de levantar Medina Azahara y de construir la más emblemática biblioteca de la época. Retrata la relación entre judíos, musulmanes y cristianos a lo largo de la historia.