Mucho se ha escrito, desde agosto de 1921, sobre el lla­mado «desastre de Annual», estudiando y analizando todas sus facetas: bien individualmente o en su conjunto. Menos, bastante menos, se ha tratado la actuación del entonces Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería; y eso a pesar de, o precisamente por, ser la única unidad mili­tar cuya intervención ha obtenido unanimidad en los juicios: sólo Alcántara salvó el honor y conservó la serenidad, hasta el punto de (como veremos más adelante) hacer declarar al coronel Pérez Ortiz, de Infantería, que –en medio de aquella confusión– ocupaban las lomas «en orden cerrado». Pero ¿qué hizo para conseguir el público reconocimiento? ¿cuál fue la actuación de este regimiento?. La verdad es que ha sido tratada de modo tan épico que se ha conseguido, pro­bablemente sin pretenderlo, ocultar la realidad de los hechos. ¿Quién no recuerda las hermosas frases de su teniente coronel o la última carga al paso?