No existe una buena relación entre Harry Dresden, el único mago que se anuncia en el listín telefónico de Chicago, y el Consejo Blanco de magos, que lo considera un tipo impetuoso e indisciplinado. Sin embargo, el Consejo le ha enviado a indagar sobre ciertos rumores acerca de la presencia de magia negra en la ciudad. Cuando Harry empieza a investigar, se encuentra con otro problema en la forma de la hija tatuada y perforada de un viejo amigo: su novio es el único sospechoso de lo que parece ser un ataque sobrenatural propio de una película de terror. Además, entidades malévolas que se alimentan del miedo andan sueltas por Chicago..., pero todas esas cosas son casi normales en el día a día de este mago, su fiel perro y una calavera parlante llamada Bob.