Situado junto a la Gran Vía madrileña y entre las calles Fuencarral y Barquillo, la llegada a Chueca del colectivo gay en la década de los 90 logró acabar con el paraíso de la droga en el que se había convertido el barrio y dotarlo de una imagen con proyección internacional, que ha atraído el interés de países como Francia y, Alemania. El ilustrador Miguel Navia, que nació entre esas calles del viejo Madrid, ha sido testigo de esa evolución, que ha reflejado en un álbum con dibujos de gran tamaño en blanco y negro, en los que el pasado se mezcla con el presente, desde la Guerra Civil hasta hoy mismo. En Chueca no sólo están las calles, también aparecen las personas que lo habitan y los comercios que lo caracterizan. El novelista Óscar Esquivias prologa esta obra y analiza el trabajo de Navia, que ha logrado dar vida a una realidad que supone un escaparate donde se auna lo tradicional con los aspectos sociales más sofisticados. Chueca es algo más que un núcleo gay, es un homenaje a la convivencia, a la solidaridad y a la capacidad de una sociedad para transformarse sin perder sus raíces. El trabajo gráfico para este libro de Miguel Navia, que ha recorrido Chueca palmo a palmo, se ha prolongado durante los dos últimos años.