Daniel Polansky tiene un estilo atractivo: tono noir, protagonista cínico, calles mugrientas, corrupción… Pero, a medida que avanza la novela empieza a desbordarse con elementos de fantasía que no terminan de encajar del todo, y que muchas veces se sienten gratuitos o metidos por cumplir el género. No puedo opinar sobre el final porque no tuve ánimos de acabarlo.
hace 5 días