Tuve la oportunidad de leer este libro de Marcelo Figueras (Alfaguara – 2011). Por muchas razones el relato me cautivó. El autor es transparente y se brinda generosamente al lector contándole todos los secretos del difícil arte de escribir. Cuenta técnicas, fuentes, experiencias y decepciones que pasó durante el proceso de formación de Aquarium. Raras veces se puede escuchar la voz de un narrador con tanta frecuencia e intensidad. Se ofrece al lector como un fiel arrepentido en el confesionario. Pero además los lugares del relato son más que interesantes. Se mueve entre Jerusalén, Tel Aviv, Beit Jala, El-Naqab (Negev), Buenos Aires, el Aeropuerto de Barajas… Personajes que sufren la soledad, que se entrecruzan sin saber porqué. Que buscan una respuesta de la vida y algo que los libere de su sufrir. Átomos que quieren formar moléculas para ser algo y después dejar de serlo y formar algo nuevo. Estoy utilizando el lenguaje de Figueras, que esconde algo de verdad. Quizá me gustó también porque la canción de Brel que tanto evoca a lo largo de la historia, ha significado y significa un montón para mí. ¿Pero quien puede quedarse indiferente a la súplica del ne me quitte pas de Brel? Aún sin entender sus palabras, aún siendo un Ulises (el personaje principal del libro), uno no puede ignorar de esta melodía que se pega al corazón. ¿Quién no ha perdido a alguien en su vida? ¿Quién no ha sufrido el dolor de una separación no deseada? Este libro propone caminos para procesar estos dolores y demuestra que, al fin y al cabo, todo tiene un sentido. Un sentido que a veces ignoramos. Pero que late ahí y da valor a nuestras vidas. En el libro parece ser que se debe a un orden superior que lo impone la materia en todo el universo. Pido disculpas a Figueras y expreso que para mí este sentido lo da Dios. Es Él quien deja que la obra de Irit llegue a quien deba llegar. Es Él que ordena la escritura del YES en el estanque del Narval. Es Él el narrador de nuestras vidas que nos lleva a encontrarnos con el destino que tanto queremos y buscamos. Finalmente me encantó la manera en que procesa el conflicto Israelí- Palestino. Su comprensión por los sufrimientos de ambos lados. Sus opiniones sobre la violencia, su descripción de la vida diaria en ambos lados. El dolor, la locura y la histeria colectiva que se vive en ese pedazo de tierra que quiere ser santa y no puede. La utopía de Habad Road…
hace 10 años