No sé si debe a que me estoy volviendo muy pragmática, pero algunos de los relatos de este libro los encontré realmente insustanciales. A pesar de lo anterior, Crowley sigue siendo uno de mis autores favoritos, ya que independiente de lo que cuenta, es cómo lo cuenta. Un estilo realmente hipnotizante y seductor, que logra que a través de pequeñas referencias a recuerdos, gustos, ambientes, el lector sea capaz de complementar los relatos, que por cierto son, en su mayoría, bastante breves. Quizá necesite una segunda lectura, pero por el momento sólo lo califico con una nota 5.
hace 10 años