Novela histórica recomendadísima. Fluye con ritmo ágil y te atrapa desde la primera página hasta la última. La estructura de capítulos relativamente cortos y alternando localizaciones le sienta como un guante. El estilo de Posteguillo también ayuda, ya que a pesar de ser completamente fiel desde el punto de vista histórico (con las licencias obvias de una obra de ficción), en ningún momento la lectura se hace pesada. Introduce muchos términos romanos (perfectamente explicados en un anexo final, por cierto), pero lo hace de forma natural y esto no rompe la narración nunca. Su prosa es sencilla, directa, aunque de calidad, lo cual se agradece. No hay cosa que más pesada me parezca que los autores que se recrean con vocabulario pomposo y pedante.
Mención especial a los personajes. Bien perfilados y construidos. A pesar de la gran cantidad de ellos, y a veces con nombres muy similares, todos están bien diferenciados y son perfectamente reconocibles. En lo personal me quedo con el protagonista, Publio Cornelio, con Lelio y con la adorable y valiente Emilia.
Para mí se convierte en un imprescindible, incluso si la novela histórica no te llama demasiado. Es una maravilla. En cuanto pueda me pondré con la secuela y en general seguiré con mucha expectación la obra de Posteguillo.