A sangre y fuego es la primera novela de la trilogía de Sienkiewicz, que abarca, en las tres novelas, el periodo que va desde 1648 a los últimos años del siglo XVII, con el reinado de Juan III (Juan Sobieski). El autor, siguiendo el ejemplo de Alejandro Dumas Sr., complementa una colorida y rica narrativa con un marcado sentimiento patriótico. En 1647 los cosacos se sublevan en contra del poder de la nobleza polaca. Los campesinos ucranianos rebeldes se unirán al ejército cosaco, y estos se alían con los eternos enemigos de Polonia: las terroríficas hordas tártaras del Este. Las brasas de los viejos resentimientos inflamarán una brutal avalancha de violaciones, pillajes y asesinatos dispuesta a tomar el corazón del reino, Varsovia, justo en el momento que la muerte del rey produce un vacío de poder. En medio de este épico conflicto, Juan Kretuski, comandante de los caballeros del príncipe, se enamora de la bella Elena, y al poco tiempo su amada es secuestrada por los cosacos. Así, las próximas batallas no se librarán solo por la supervivencia de Polonia; serán la búsqueda de Kretuski y sus fieles caballeros de Elena, el símbolo de lo que Polonia fue y ahora quiere seguir siendo.