Don Juan es, junto a Don Quijote, Hamlet, Fausto y Robinson Crusoe, uno de los grandes mitos de la modernidad. A diferencia de los demás, Don Juan carece de una forma canónica. Su primera versión impresa, la de Tirso de Molina, abre una larga serie de figuras que afloran reiteradamente en la literatura occidental: Molière, Pushkin, E. T. A. Hoffmann, Lord Byron, Dumas, Flaubert, Apollinaire y Jarry son solo algunos de los autores de versiones y revisiones de las peripecias de Don Juan: acecho, posesión, huida, y vuelta a empezar. Usurpador de identidades, Don Juan busca incansablemente su propia entidad, que nunca alcanza a completar. No es solo la encarnación de la soberbia y la ansiedad, sino también de lo inacabado: el presente volumen incluye las versiones —apenas apuntes, pero geniales— de Flaubert y de Baudelaire, nunca antes traducidas al castellano. Y es que Don Juan es ante todo un seductor de escritores: no solo dramaturgos, poetas y novelistas; también filósofos, psicoanalistas, mitólogos e historiadores intentan desentrañar el dispositivo Don Juan. Nietzsche piensa en el filósofo del futuro como un «Don Juan del conocimiento»; Camus lo incluye como una figura del «hombre absurdo»…