Un conmovedor debut narrado por un inolvidable niño de seis años que nos recuerda que a veces los más pequeños tienen los sentimientos más poderosos y que las voces más débiles son las capaces de gritar más alto. Aquel martes fuimos al colegio como siempre. No todos volvimos a casa... Agazapado en un armario con su maestra y sus compañeros de clase, Zach, de seis años, oye disparos resonando por los pasillos de su colegio. Un pistolero ha entado en el edificio y, en cuestión de minutos, se habrá cobrado diecinueve vidas. Tras el tiroteo, las familias y lo que antes era una comunidad unida quedan destrozadas. Cada uno se enfrenta a la tragedia a su manera. El padre de Zach se ausenta, su madre busca justicia y Zach se retira a su guarida supersecreta y se sumerge en un mundo de libros y dibujos. Pero al final, será Zach quien enseñe a los adultos de su vida a mirar hacia delante como, a veces, solo un niño puede hacerlo.