Hija del emperador romano Teodosio I, Gala Placidia es uno de los personajes femeninos más intrépidos y atractivos de la historia antigua. Tras ser apresada por Alarico, rey de los visigodos, cuando estos sitiaron Roma, les acompañó en sus incursiones por Italia y la Galia, y acabaría por casarse con el sucesor de Alarico, Ataúlfo. Sin embargo, lo que había sido una unión por amor se vio abocado a una separación por cuestiones políticas cuando, sintiéndose amenazado, Ataúlfo intentó devolver a Gala a su familia romana. Finalmente fue el rey Walia quien la canjearía por una provisión de trigo, y en Roma Gala se vería forzada a casarse con el general Constancio.