Acabo de terminarlo y me ha dejado con una sensación muy extraña. No puedo imaginar como sería vivir en un mundo donde leer te provoque infelicidad. Es una crítica muy buena a lo manipulable que es el ser humano que se deja infuir por la televisión, en la que solo se televisa lo que los poderosos quieren que se vea. Mas que una critica a la manipulacion del gobierno sobre el pueblo, he interpretado una dura crítica hacia esos seres humanos que permiten que se les manipule ya sea por miedo o por egoísmo.

El mundo distópico que se propone es muy parecido a nuestro mundo actual. Me agradó particularmente el breve papel de Clarisse y lo que ella representa. Es para sumergirse en sus reflexiones y en la lucha del pensamiento contra una felicidad vana. Por otro lado, ¿puede una felicidad ser vana, falsa?

He leído tanto '1984' como 'Un mundo feliz', en mi opinión, es menor al primero y mejor que el segundo. Se diferencia de estos dos porque en este libro hay un final con esperanza.Puede que la calidad literaria y la de sus personajes sea un poquito mediocre a veces, pero lo diferente del final y otros detalles encantadores, hace que la nota que le doy sea muy justa.

Un homenaje al pensamiento libre y a la resistencia contra la manipulación.

La primera novela “Larga” de Ray Bradbury fue escrita a partir de relatos breves anteriores, y fue publicada por primera vez en forma de serial por la revista Playboy. Fábula con ciertos aires de 1984, planta cara a la censura que en los años 50 asfixiaba al mundo artístico y literario norteamericano. Directa, con un estilo claro, aunque los personajes no acaban de dibujarse. Es un relato corto y da la impresión de que los cambios que acontecen a los personajes son un poco precipitados. Pese a todo es uno de los libros clásicos de la ciencia ficción y que significaba la modernización y la culturización de un género considerado menor. El protagonista, Montag, es un bombero. En la sociedad imaginada por la novela los bomberos tienen la misión de quemar libros ya que, según el gobierno, leer impide ser felices porque llena de angustia; al leer, los hombres empiezan a ser diferentes cuando deben ser iguales, el cual es el objetivo del gobierno, que vela por que los ciudadanos sean felices para que así no cuestionen sus acciones y los ciudadanos rindan en sus labores. Todo cambia cuando conoce a Clarisse, una mujer que le genera dudas sobre su felicidad, y su amor por su esposa, esas dudas hacen que empiece a tambalearse todos los ideales que habían regido su vida, que empiece a esconder libros cada vez que acude a una incineración y los acontecimientos se precipitan. Libro interesante y muy recomendable

Si has leído "Un mundo feliz" y "1984", nada recomendable esta novela. Más de lo mismo.

Si quieres darte cuenta de lo absurdo de la censura, este es tu libro. Fue la primera distopía que leí y siempre la voy a recordar con cariño. Totalmente recomendado.

Este libro es simplemente fantástico. Me encanta la mirada que tiene el autor sobre una sociedad futura, y es increíble como nos vamos acercando peligrosamente a ella. Los valores que se plasman como la condena a la guerra, la humildad, y el paradigma entre una vida ingenuamente feliz o intelectualmente triste son ejes centrales en esta espectacular novela.

La verdad es que lo cogí por curiosidad, al ser un libro cortito... Y me ha encantando. Enganchando desde la primera página, sufriendo a la vez que los libros cuando eran quemados... Me ha gustado mucho.

Me gusta como esta relatado y me llamó la atención la ambigüedad de Montag, sobretodo al comienzo de la novela, porque me descoloco por completo. También me gusta que es una novela que va de menos a más y que ha conseguido sorprenderme, como por ejemplo cuando sus compañeros van a su casa a trabajar (esto si lo habéis leído lo entenderéis, que no hay que ser demasiado explicito). También, como amante de los libros que soy, me ha gustado ver las referencias a libros y autores que aparecen en la novela por doquier. Lo que me ha descolocado es que encuentro alguna que otra diferencia con la película, (que como ya la había visto un par de veces) me ha sorprendido que el director cambiara algunas cosas que las podía haber puesto, aunque en esencia, tanto libro como película son muy buenas. Un libro esplendido, apasionante, diferente, para bibliófilos empedernidos y con unas hipótesis plausibles en todo su desarrollo. Bravo por el señor Bradbury, porque es una obra que invita a devorar miles de libros.

Me parece una novela descomunal y muy acertada sobre lo que desgraciadamente se nos viene de forma más inminente encima. Ese afán de los gobiernos porque los ciudadanos no piensen por sí mismos, ese hincapié en irnos restrigiendo la cultura. Es más manejable el que ciudadano entretenido e ignorante. También aparece reflejado el control y la vigilancia sobre la vida de la gente. El personaje de Montag me parece increíble, toda es evolución y el camino que recorre desde el inicio, desde que su vecina Clarisse le abre los ojos, hasta el apoteósico final. Altamente recomendable.

Muy bueno, aunque no llega al nivel de excelencia en ciencia ficción de 1984 de Orwell. Bradbury plantea un escenario espeluznante: el hecho que esté prohibido leer libros, y sea obligatorio quemarlos. Una metáfora de la sociedad consumista y poco reflexiva.

Nos hallamos ante una lectura premonitoria, de ritmo irregular e interés intermitente y ascendente a la vez. Debido, quizás, a la no demasiado atinada forma de presentar el argumento, el autor no consigue captar la atención del lector hasta bien pasada media novela. Luego, la devoras. Sin embargo, y a pesar de lo anteriormente resaltado, es una narración que remueve los más profundos cimientos de aquellos que amamos los libros, las verdades, las historias y las sentencias que ellos encierran. Los que valoramos a aquellos que dejaron parte de su alma entre las páginas, nos sentiremos morir en cada línea, en cada párrafo, en cada página, en cada fuego. Se vaticina, como una realidad, el holocausto de la cultura y la persecución y aniquilación de todo el que posea un libro. La felicidad pasa por pensar todo el mundo lo mismo. Curiosamente el autor, en un relato corto, nos cuenta cómo esta obra se fue forjando en cuatro pequeñas narraciones y cómo, por un arrebato, escribió en la biblioteca y alquilando la máquina de escribir durante nueve días, este maravilloso libro. Finalmente, queda una esperanza para la humanidad.

Un libro pequeño en cantidad de páginas, pero muy profundo en contenido. Nos muestra como un sólo hombre se ve enfrentado a toda sociedad "ultra-postmodernista" (si es que existe tal término). Aún cuando se exagera al límite aspectos como la manipulación mediática, la mediocridad de la gente o la devaluación de las disciplinas académicas humanistas; creo existen ciertos matices que son perfectamente aplicables hoy. Un libro muy recomendable, no tanto por su trama en sí -que por supuesto, no deja de ser entretenida-, sino mas bien por el mensaje ético que conlleva, en lo que respecta a la configuración de una sociedad íntegra.

Me decepcionó profundamente.

Teniendo en cuenta que el libro se publicó por primera vez en 1953, hay que reconocer que es un libro excepcional. Guy Montag es un bombero cuya función no es sofocar incendios sino quemar libros, prohibidos porque hacen pensar. El autor nos describe una sociedad en que las personas son extrañas entre ellas, la gente siempre tiene ocupada la mente con un ocio absurdo, pantallas gigantes, aparatos de radio, grabaciones en el metro, un elogio a la velocidad y a la no-cultura, para controlar a las masas, y el que se sale de lo normal es un asocial, enfermo o delincuente. Un relato en el que hoy en día podríamos encontrar algunas curiosas similitudes con nuestra sociedad acelerada y mediatizada. Imprescindible.

Hipersobrevalorado. Del montón.

Lo leí hace muchos años (por primera vez) a raíz de unas charlas sobre utopías renacentistas y futuristas. En Fahrenheit 451, Bradbury nos coloca ante una sociedad dictatorial, con monopolio de los mass-media y de la cultura, o de la no-cultura. Los libros son subversivos, hacen pensar, y hay que quemarlos. Muy interesante su "visión" de los programas de televisión - rollo Gran Hermano, realities, cotileos - que simulan integrar al espectador en el guión y les obligan a permanecer ante la pantalla. Pensad que se publicó en 1953. Realmente visionario.

Imprescindible su lectura. Te obliga a la reflexión.

Una historia diferente, la mentalidad del personaje principal hace reflexionar sobre muchas cosas.