El autor parte de su propia vida y la de su familia para indagar en la esencia de América. Y, tirando de ese relato personal, logra un portentoso ejercicio de prestidigitación literaria: hacer que una historia cotidiana e íntima, hecha de detalles que en otras manos podrían resultar anodinos, se transforme en una poderosa narración de validez universal. El libro se compone de dos textos escritos con treinta y cinco años de diferencia. El segundo, dedicado a su madre, ya se había publicado en 1986 de forma autónoma. El primero, centrado en la figura de su padre, es reciente y rigurosamente inédito. ¿Qué historias se nos relatan en este volumen? Las de dos jóvenes de Arkansas, en el corazón de la América profunda: Parker y Edna, que se casan en 1928 y tienen un hijo –el autor– en 1944. La historia de un hombre de carácter bondadoso que se gana la vida como viajante de comercio, pasa mucho tiempo en la carretera, fuera de casa, y muere de un ataque al corazón cuando Ford tiene solo dieciséis años. La historia de una chica con un pasado complicado y un secreto, que quedó viuda a los cuarenta y tuvo que mantener a su hijo" Aunque es un libro de memorias y no hay nada que develar, desde la contratapa sabemos que es un homenaje del escritor al recuerdo de sus padres, me gustó muchísimo la forma en que está contado, una manera de narrar clara y sencilla pero, aunque parezca un contrasentido, de una profundidad absoluta. Ford me ha hecho reflexionar sobre como vamos viendo de diferente manera la figura de nuestros padres, como no es la misma cuando ellos viven a cuando ya son sólo un recuerdo. Un libro pequeño, de fácil lectura y un testimonio conmovedor
hace 6 años