Es más una crítica socio-política de los años 40 británicos que una novela negra. Lo único que me ha gustado ha sido la ambientación. El resto no me ha convencido: Demasiados personajes secundarios de los que solo están descritos una minoría y lo están de modo impreciso. Multitud de referencias mitológicas, subtemas, reflexiones…que no aportan nada y rompen el ritmo, ya de por sí lento. El lenguaje utilizado no es fácil. Los diálogos son o absurdos o meras conversaciones banales, muy largas, que no vienen a cuento…Solo he conseguido llegar al final, que es precipitado y tiene aspectos ridículos, pasando muy por encima párrafos y páginas.
hace 5 años