Cuando un hispanohablante mira su vida pasada, allí está Platero y yo. Desde la infancia nos ha acompañado. Sobre este libro han llovido tantas ediciones buenas y malas, tantos niños y maestros, tanto lector propio y extranjero, trantas traducciones, en fin, que Platero, aparte de ser el libro más popular de su autor, se ha llenado de significados compartidos y se ha convertido en el icono cultural de una comunidad lingüística junto con aquel libro de Cervantes.