Esta novela representa un magnífico ejemplo de lo que es mala literatura, esos textos que no deberían traspasar las fronteras de un ordenador personal. Parece escrita a base de sumar personajes y ocurrencias. El protagonista es un psicoanalista que se expresa y comporta como si acabase de leer un manual de psicología para principiantes. A cada momento, un detalle trivial le recuerda algo trascendente. Todo para él es "enorme" o produce "pavor". Quiero decir, que cualquier realidad se magnifica para intentar proyectar algo de interés o relevancia. Las continuas hipérboles sustituyen al argumento. Lo excéntrico sustituye a la descripción de personajes. Se intenta alcanzar la profundidad a partir de rarezas sin sentido: uno está siempre bañado en sudor, otro no para de hacer fotografías compulsivamente, otra tiende a temblar, otras hacen muñequitos, otra dibuja monstruos, y cosas así. Todo absolutamente superficial y vanal. Un texto, por otra parte, trufado de "siempres" y "nuncas". Después están las repeticiones: casi todos los personajes dan trascendencia a una palabra suelta de vez en cuando, como si escondiese la fórmula del conocimiento universal; casi todos recuerdan sueños que son historias perfectamente estructuradas; casi todos "se miran a los ojos"; casi todos agarran con fuerza algo; todos hablan exactamente igual buscando sorprender con sentencias cortas que, en realidad, no pasan de burdas simplezas; casi ninguno siente realmente ser quien es; casi todas lloran en algún momento, etc. Podría seguir y seguir... Después está el estilo. Algunas frases: "Mujeres bellas que besaban y eran besadas: ¿qué sería del cine sin ellas?"; "la imagen me provocó un dolor punzante, como si me clavasen un cuchillo" (topicazo); "al llegar el tren me sobrevino la idea de que el rechinar de las ruedas era un grito humano" (un tren sin mantenimiento, supongo); "si yo pudiera, haría un hechizo para que esa mujer te quisiera"; "ese hombre tenía ojos de halcón"; "una angustia que se hincaba en mi pecho como una fría lanza de hierro"... ¿Para qué seguir? Solo me queda rogar a los Premios Princesa de Asturias para que hilen algo más fino en el futuro...
hace 4 años
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