“El Señor de los Pájaros” es el título de la última novela traducida al castellano de la escritora japonesa Yoko Ogawa. Ese es el nombre por el que es conocido el protagonista, y que recibió durante los años que estuvo al cuidado de un aviario junto a una guardería. La novela gira alrededor de su vida.
Primero leemos sobre su infancia, junto a su hermano mayor, que es quien le enseña cosas sobre los pájaros y que habla una lengua particular, el “poponés”, que solo ellos dos entienden. Los dos hermanos crecerán y el Señor de los Pájaros empezará a trabajar como conserje en una residencia de una empresa metalúrgica.
Nuestro protagonista lleva una vida sencilla y rutinaria, acorde con su carácter; es un hombre cumplidor, honesto, tranquilo y solitario, cuya discreta existencia pasa desapercibida. Su trabajo, la dedicación al aviario y sus pequeñas costumbres colman su vida. El resto de personajes con los que se cruzará (la bibliotecaria, la propietaria de la farmacia, el señor de los grillos...), de los que desconocemos su nombre, hallarán un hueco en su espacio personal.
No es una novela de acción y escasean los diálogos, es una historia para leer pausadamente y disfrutar de los pequeños detalles, como el canto de los pájaros, esos otros personajes que atrapan el interés del Señor de los Pájaros. Con una prosa bella y lírica, que transmite la misma serenidad del protagonista, la autora nos habla de diferencia, soledad y felicidad, de códigos secretos que habitan el universo, y lo hace a través de un personaje singular con una filosofía muy oriental, en que la vida fluye y se disfruta en su sencillez.
Leer un libro de Yoko Ogawa suele ser como encontrar un pequeño oasis dentro del ajetreo diario, y esta no es la excepción. Una lectura agradable y muy poética que recomiendo.