“El orden del día” se inicia remontándose a la reunión secreta que tuvo lugar en el Parlamento alemán en febrero de 1933, en la que los empresarios más poderosos del país dieron su apoyo a las propuestas y estabilidad que les proponía el partido nazi de Hitler. Relata también las intrigas y artimañas con las que se gestó la anexión de Austria a Alemania de manera “pacífica” a ojos del resto de Europa en marzo de 1938.
Más cercana a la crónica histórica o ensayo que a la novela, es, en mi opinión, una obra magnífica, intensa, narrada con un estilo muy particular y con altas dosis de ironía. Me ha gustado mucho, y a pesar de su brevedad, los acontecimientos que relata son descritos de manera clara y contundente. Una lectura interesante y muy recomendable.