"De la inocencia a la obscenidad, del ártico al trópico, paisajes del alma, paisajes de la naturaleza, que convergen en la huida sin fin de un personaje tan esquizoide como nuestra propia sociedad, un personaje en delirante huida donde el lector no tendrá tregua a menos que concluya confrontándose a sí mismo." Así define Silda Cordoliani la novela.