Si en obras como “Las uvas de la ira” (https://antoniocanogomez.wordpress.com/2022/04/15/las-uvas-de-la-ira-john-steimbeck) la calidad de la novela descansa en la forma con la que se plasma la realidad social de un momento concreto (aparte de la acreditada fuerza de la escritura de Steimbeck), otros libros han cobrado fuerza muchos años después de su escritura por ofrecer la crónica de las pequeñas historias de un momento histórico. Como principal ejemplo, “El diario de Ana Frank”. Manuel Chaves Nogales, en el olvido para el gran público durante décadas e impulsado en los últimos años por la imparcialidad de sus crónicas, recoge en “El maestro Juan Martínez, que estaba allí”, las vivencias de su protagonista, a quien la Revolución Rusa le sorprende de gira junto a su esposa en los países del este. El desarraigo tras una huida. La manera con la que los buenos pasan a ser malos, y viceversa, cuando los dominados tornan a dominadores. La envidia, la violencia, la maldad. Sin un hilo argumental conductor, el valor de “El maestro Juan Martínez, que estaba allí” es, tantos años después, ofrecer una sucesión de estampas que ponen el foco sobre los pequeños detalles de la Historia. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 1 año