La Organización ha puesto precio a su cabeza y Parker toma una decisión radical: contacta con un cirujano plástico clandestino y cambia de rostro. Después no tarda de volver al trabajo: organiza el robo a un furgón blindado con varios viejos conocidos. Es un golpe aparentemente fácil, pero las cosas no tardan en complicarse: la novia de uno de los miembros de la banda es quien ha dado el soplo sobre el furgón, pero Parker sospecha que planea traicionarlos, y de pronto aparece por allí el chófer del cirujano, porque alguien lo ha liquidado y Parker es uno de los sospechosos… Y es que no es fácil huir del propio pasado.