Me gusta Sacheri, pero esperaba más de este libro en el que el protagonista en un viaje de cuatro días con sus dos hijos adolescentes, podría haber profundizado en las relaciones paternofiliales, ya que entre ellos no había mucho acercamiento, pero sin embargo habla de sí mismo, de una etapa de su adolescencia que despertó su apasionado amor por el futbol (tema favorito de Sacheri) lo cual resulta entretenido y a veces pesado y sin embargo al llegar a su destino, después de cuatro días y cuatro noches de intensa convivencia, ni él ni los lectores hemos llegado a conocer la personalidad de sus hijos, sus inquietudes, opiniones, planes miedos, aspiraciones... Como si no valiese la pena. Me ha decepcionado.
hace 3 semanas