El año 1370 no se presenta nada halagüeño para Inglaterra. Pasada la terrible Peste Negra y apenas recuperado el reino de sus devastadores efectos, otras amenazas se vislumbran en el horizonte. Ante la inminente invasión de las tropas del rey Carlos de Francia, el duque de Lancaster sospecha de la fidelidad de su aliado el duque de Gales. Así pues, Owen Archer, antiguo capitán de arqueros y ocasional espía del arzobispo de York, es llamado de nuevo para servir al trono. Esta vez deberá acudir a Gales, su tierra natal, con el supuesto fin de reclutar ballesteros para las tropas del duque de Lancaster y visitar la catedral de San David, aunque su verdadero propósito sea indagar la lealtad de sus paisanos. En su peregrinaje le acompañan su suegro, sir Robert DArby, y nada menos que Geoffrey Chaucer, el genial creador de Los cuentos de Canterbury, a quienes pronto se unirá el gran rapsoda galés Dafydd Gwylim. Pero las cosas no siempre salen según lo previsto. Nada más llegar, uno de los contactos secretos aparece muerto, lo que pone en peligro toda la misión.