Como he leído por aquí en otras reseñas, me esperaba muchísimo más de esta novela. Y digo de la novela porque la historia es muy emotiva, una historia que todos conocemos, de crueldad, del horror de los campos de concentración, que busca la parte humana del lector pero que sin embargo, no la encuentra. Me explico, nada más empezar me sorprendió la narrativa ya que me pareció muy pobre, no está nada cuidada, no porque tenga erratas o faltas si no porque parece escrita por una cría de doce años, se centra en querer llegar a toda costa a la "chicha" de la historia y no desarrolla nada la parte de investigación ni humaniza a su protagonista , María que cede su papel a la otra protagonista, Isadora. Me ha parecido un libro aburrido, espeso y lento centrándose solo en querer contar la prostitucion en Ravensbruck y aprovechar la temática para darle crudeza y vulgaridad a la historia, utilizando palabras malsonantes a lo largo de toda la novela. No me creo que alguien que viviera ese calvario le cuente a una desconocida durante una entrevista con tanto detalle sexual como la violaban y se exprese de esa manera. Creo que el personaje de Maria está completamente desaprovechado así como el entorno familiar y la relación lesbiana con Carla es un burdo pretexto de feminismo para apoyar la trama. La trama se centra en María que es periodista y escritora y quiere dar a conocer la barbarie nazi a través de la voz de Isadora, víctima de abusos, pero no hay periodismo, solo hay un relato personal y la necesidad innecesaria de hablar repetidas veces de "follar" y "follar" a los soldados. Me ha decepcionado muchísimo. Es una novela difícil de leer ya que me parece todo muy gratuito, no hay profundidad ni desarrollo. El ritmo es el mismo, no hay giros argumentales, solo es un relato personal y las vivencias de Isadora a lo largo de los tres años que duró la guerra y la exterminación nazi.
hace 1 mes