Los pulpos tienen una amplia variedad de personalidades y son inteligentes de muchas formas: son capaces de abrir cajas para sacar la comida; lanzar chorros de agua para jugar con pelotas; y escapar de sus cuidadores usando una red como trampolín para saltar el acuario y correr por el suelo con sus ocho patas. Tienen un pico como los loros, veneno como las serpientes y una lengua cubierta de dientes. ¿Qué saben? ¿Qué tipo de pensamientos tienen? Los científicos han probado la inteligencia de perros, pájaros y chimpancés, y ahora se enfrentan a la inteligencia de los pulpos, viéndoles resolver problemas y descifrando el significado de sus cambios de color. Montgomery no sólo nos cuenta en este libro cómo nuestro conocimiento acerca de los pulpos está cambiando, sino también una historia de amor: la suya (y por extensión la del lector, sin duda) con los cefalópodos. A ratos divertido y conmovedor, divertido y profundo, El alma de los pulpos pone sobre la mesa por primera vez todo lo que los pulpos pueden enseñarnos sobre nosotros mismos.