El personaje principal de esta novela ejerce el peculiar oficio de presentar libros comerciales por encargo. Cada paquete que recibe resulta ser inequívocamente “la mejor novela del año”. Esto resulta absurdo pero lo que importa es seguir leyendo, porque leer es su razón de ser. Habita la piel de Orlando, sufre la metamorfosis de Kafka, ríe con el cinismo de Wilde… Entre las páginas de esta novela estamos a salvo, mientras que afuera reina el caos de la realidad mexicana.