Los problemas de la infancia y la adolescencia nos conmueven: fracaso escolar, pandillas juveniles, violencia o maltrato son preocupaciones presentes desde hace tiempo en nuestras sociedades del bienestar. Estos fenómenos, unidos a un notable crecimiento de los trastornos graves de conducta, y a veces combinados con el consumo de drogas o la delincuencia, aumentan nuestra inquietud por el futuro que se avecina. Quien se aventura en los dominios de los menores con trastornos de conducta, incapaces de controlar su hostilidad, accede a un universo de cicatrices prematuras; infancias truncadas por familias desnortadas e impotentes; escuelas desbordadas; jueces y servicios sociales sin recursos o colapsados; profesionales al límite y muchas preguntas esperando muchas respuestas. Desde la honestidad, la experiencia personal y el rigor, esta obra ofrece excelentes respuestas.