«Usted no escribirá nada sobre esto, me preguntó o me ordenó mi papá, su índice elevado, su tono a medio camino entre súplica y mandamiento. Pensé en responderle que un escritor nunca sabe de qué escribirá, que un escritor no elige sus historias sino que éstas lo eligen a él, que un escritor no es más que una hoja seca en el soplo de su propia narrativa. Pero por suerte no dije nada. Usted no escribirá nada sobre esto, repitió mi papá, su tono ahora más fuerte, casi autoritario. Sentí el peso de sus palabras. Por supuesto que no, le dije, quizás sincero, o quizás ya sabiendo que ninguna historia es imperativa, ninguna historia necesaria, salvo aquellas que alguien nos prohíbe contar.» En este libro del proyecto literario de Eduardo Halfon, el autor guatemalteco, siempre indagando en los mecanismos de la construcción de la identidad, se sumerge en aquellos que se originan en las relaciones fraternales: duelo como combate que se inicia con el nacimiento de un hermano y duelo también como luto por su muerte. Una novela profunda y emotiva que acrecienta la reputación del autor, «uno de esos escasísimos escritores –como señaló la revista francesa Lire– que no necesitan escribir largo para decir mucho».