Dos días de setiembre de Caballero Bonald contribuyó de manera poderosa a renovar el panorama narrativo español a comienzos de la década de los sesenta del siglo XX. Su afortunada técnica constructiva, siempre al servicio de unos asuntos profundamente humanos y sociales, está redefiniendo el estatuto de la novela moderna y abriendo caminos y perspectivas de plena vigencia en nuestros días.