Mi papá es fuerte, suave y canta como una mamá cuando se baña. Algunas veces se calla y sus manos dibujan rayos en el cielo, pero un papá tormentoso no dura mucho. Entonces sus dedos saben a compota de manzana. Ojalá tuviera mil manos. Un cuento maravilloso y familiar, para todos los padres que también son hijos. Lectura recomendada entre 5 y 8 años.