Únicamente por inadvertencia o despiste podrían calificarse de texto menor de Julien Gracq las notas que agrupan estas Capitulares -por las mayúsculas ornadas con que empezaría cada uno de los fragmentos que componen el libro-: apuntes al paso y notas al margen en los que brilla con el ritmo pautado de un estilo refulgente de orfebre: terso, lábil y seguro, el ojo en su espacio de máxima inteligencia y máxima libertad.