El casi niño aún Francisco Franco, alférez, llega a Marruecos en 1912, y tres años después, con sólo 22, su “buena estrella” lo ha convertido ya en el más joven capitán del ejército español. Cuando, en 1916, en el furioso combate del Biutz una bala le causó una herida grave, no abandonó la posición, sino que, de carácter imperturbable y hermético, supo defender la posición, coordinar las tropas y abastecer y cuidar de sus compañeros. Jorge Blanco, teniente de los regulares, conoce a Franco en la refriega y se convierte en su sombra, admirado por la valentía y arrojo del que ya es comandante. Ganada la batalla, aún queda la guerra. Con las mismas convicciones y lealtades, los dos jóvenes militares unirán su pericia para encontrar al topo, supuestamente de las milicias rojas, que, entre sus filas, pasa información al enemigo y hace peligrar el buen término de la contienda… Pedro Herrasti nos cuenta en este Capitán Franco, a través de Jorge Blanco, situado en primera fila, la historia de un personaje que, partiendo de la nada, consigue llegar a lo más alto. Desde sus primeras contiendas en África hasta la sublevación de Asturias, ya en 1917, Franco vivirá numerosos enfrentamientos y disensiones, tanto políticos como militares, y su nombre empezará a resonar en todo el país. De héroe a dictador, aquel hombre viviría para contarlo y hacer una carrera poco común.