“Bobo” de Antonio Lagares es un libro que me ha sorprendido tanto por el estilo narrativo como por la temática. Bobo es un joven condenado a pena de muerte que lleva recluido 8 años en la prisión de San Martín. El día de su ejecución recibe la visita de un periodista que va a entrevistarle antes de que una inyección letal acabe con su vida. En el transcurso de la entrevista, Bobo reta al periodista a que escriba un libro sobre su vida. Y aunque se muestra reacio en principio, acepta con la condición de que le cuente su vida antes de entrar en el penal. De manera algo caótica en un principio, Bobo va narrando sus recuerdos. Le cuesta especialmente rememorar los momentos más tristes de su vida, pero con la guía del periodista y tras algún que otro encontronazo, cuenta su historia desde que era un niño. A través de sus palabras, descubrimos a un chico muy inteligente y también muy inocente que se ha enfrentado a unas duras condiciones de vida. Después de haber visitado a muchos especialistas, ninguno es capaz de diagnosticar la extraña enfermedad que le produce desmayos y un retraso psicomotor. Todos se fijan en sus carencias pero nadie en su portentosa memoria. Nos habla de cómo su mundo giraba en torno a su hermano Peter y su perro Curro. Dos pilares fundamentales en su vida, que le ayudaron a superar los malos momentos y a relacionarse con el mundo tras las vallas de su jardín. Y como acepta su condena sin arrepentimiento alguno porque supondrá reunirse con ellos en el cielo, ya que para él la vida sin ellos no tiene sentido por mucho que quiera a sus padres. Hasta las últimas páginas el autor no nos desvela porque Bobo ha sido condenado a muerte. Y después de conocer su historia, la pregunta que acompaña al libro se hace muy patente, ¿se puede perdonar a un asesino? La respuesta es complicada en este caso porque influyen muchos factores… Un libro que pese a su dureza, te obliga a reflexionar sobre las personas con discapacidad, sobre el amor a los animales, sobre la familia, sobre la pena de muerte y sobre las falsas apariencias. Una lectura emotiva que no deja indiferente.
hace 8 años