Llama la atención que un ser humano consiguiera realizar tamañas acciones y seguida una detrás de la otra. Solo por el esfuerzo y el reto mental vale la pena leérselo, sin olvidar las inolvidables descripciones del continente blanco.
hace 6 añosTras conquistar la cima del Cho Oyu (8.201 m), en el Himalaya, el doctor Pujante se propuso la ascensión del monte Vinson, punto culminante de la Antártica, y del Aconcagua, techo de América. La adversa climatología le obliga a esperar en Chile, así que invierte el orden de su proyecto y emprende la ascensión en solitario del Aconcagua. A pocos metros de la cumbre, tiene lugar la odisea: una violenta tempestad le fuerza a realizar dos vivacs por encima de los 6.000 metros. Logró esquivar «la muerte blanca» con un descenso en condiciones dramáticas y llegar, tambaleándose, a Nido de Cóndores, cuando ya se le daba por muerto. Aquella dura experiencia hubiera hecho renunciar a cualquier aventurero menos osado, pero el autor de la obra ya preparaba su siguiente reto: coronar la cima del monte Vinson en la Antártica.
Llama la atención que un ser humano consiguiera realizar tamañas acciones y seguida una detrás de la otra. Solo por el esfuerzo y el reto mental vale la pena leérselo, sin olvidar las inolvidables descripciones del continente blanco.
hace 6 años