Videojuegos, de David Sánchez, abre una nueva colección temática donde autores de cómic se apropian de los códigos del folclore moderno que constituyen las leyendas urbanas para reinventarlos con sus propias claves
Las leyendas urbanas siempre nos acompañan. Desde la autoestopista desaparecida, pasando por robos de órganos, sectas que intentan controlar el mundo, mascotas que acaban en el microondas o sorpresas que derivan en situaciones más que embarazosas, esas fábulas populares modernas forman parte del inconsciente colectivo y no hacen más que exorcizar los miedos de nuestra sociedad.
En esta nueva colección, que se lanza con una primera entrega, Videojuegos, de David Sánchez, autores de cómic se apropian de los códigos de este folclore moderno para revisarlo y reinventarlo con sus propias claves.
Desde la historia contada en un campamento juvenil junto a la hoguera, pasando por los bulos que pululan y se propagan en internet o el testimonio del amigo de un amigo, estos cuentos adaptados a nuestra sociedad moderna, que suelen involucrar a personas anónimas en sucesos que ocurren en lugares precisos y reales, pero con un desenlace inesperado o chocante, siguen trasmitiéndose y versionándose, más allá de fronteras y generaciones.
David Sánchez forma ahora parte de esta cadena de reinvención colectiva: en Videojuegos, el autor de No cambies nunca (Astiberri, 2012) se centra en la leyenda urbana de Polybius, aquella máquina recreativa psicodélica con efectos supuestamente devastadores en la mente de los jugadores, y manejada por unos extraños hombres vestidos de negro.
Para David Sánchez, Polybius es una leyenda urbana que tiene un montón de elementos que me parecen interesantes y estéticos, como la manipulación mental a través de mensajes subliminales y toda la serie de trastornos que podían ocasionar, como las alucinaciones o las pesadillas, y además, es de las pocas leyendas urbanas que tiene una estructura narrativa distinta, sin ese final sorpresa que suelen tener casi todas.