Toda la obra poética de Nelly Sachs es un "viaje a donde el polvo no existe", un "viaje a la transparencia". Pero el viaje comienza en las "moradas de la muerte", en los campos de exterminio, donde los epitafios de las víctimas están "escritos en el aire", como el humo en el que se han trasmutado sus cuerpos. La lírica de Nelly Sachs proviene del desafío de expresar el horror con los medios del lenguaje literario. Un lenguaje que, en su poesía, tiene sus raíces en los libros de los Profetas, en los Salmos, la Torá y las leyendas del jasidismo.