Creo que una de las características de V. es que es una novela exigente para el lector, ya que nunca acaba de encontrar sitios firmes a los que agarrase. Las incógnitas que suscita la lectura sobre el sentido de la acción o el comportamiento o características de los personajes, puede que tengan respuesta 200 páginas después, que no la tengan nunca o que creas que no aciertas a desenmarañarla. Asistes a un coro enorme de personajes, muchas veces sutilmente interrelacionados. Tanto cúmulo de preguntas sin clara respuesta y de personajes sin calificar puede desorientar. En algún sitio leí que es la primera novela líquida en el sentido de la modernidad líquida de Baugman. Es una buena comparación. Igual que el agua avanza por una planicie fragmentándose los cauces, volviéndose a encontrar algunos de ellos, terminando otros en ninguna parte, remansándose a veces sin razón aparente... así fluyen las muchas historias y personajes de esta novela. La manera de afrontar la lectura es asumir eso, dejarse llevar por la corriente y disfrutar del camino. Una vez terminada la lectura, lamentas que acabe tan pronto. De Pynchon leí antes "El arco iris de gravedad" (algunos de cuyos personajes aparecen ya en V). Es su siguiente novela y su obra más reconocida, pero no me gustó; seguramente porque la temática recurrente de la perversión sexual constante y de la maldad humana amparada bajo el paraguas protector del poder y del nazismo, no me atrajo especialmente. V. fue la primera novela de T. Pynchon, la que abrió brecha y marcó el camino, y que seguramente renovó la novelística actual. Me ha gustado y he de calificarla como una grandísima novela.
hace 3 años