Cuando cursaban primaria, después de haber estado con sus amigos Sarah y Secco en el bosque del lado de la escuela, Zero fue arrinconado por Madame Arbizzati y se vio obligado a delatar a uno de ellos y a esconder la verdad. Este secreto lo acompañó durante años bajo la forma de un pulpo aferrado a su garganta. Cuando Zero coincide con varios antiguos alumnos en ocasión del funeral de Madame Arbizzati decidirá confesar... pero no sale del todo bien y quizá desencadene una ola de verdades que esconden una absurda tragedia. Una tragedia del pasado, fraguada en esa misma escuela y que nadie podía haber previsto.
Si La profecía del armadillo se centró en los momentos perdidos de la adolescencia, Un pulpo en la garganta atrapa la esencia de la infancia, narrada en tres capítulos: las amistades, la rivalidad, los pequeños misterios que entraña el arte de crecer. Todo ello narrado en un crescendo sincopado y con el inimitable estilo del autor: alegre y a la vez profundo, irónico y amargo como solo puede serlo la vida mirada de cerca, repleto de risas y pecado, tan delicado como despiadado en el desenmascaramiento de las debilidades propias, que son las que mismas en cada uno de nosotros.