La Asociación Internacional de Editores (IPA, según sus siglas en inglés) ha pedido en una carta a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que cese las restricciones en la importación de libros extranjeros, publicaciones científicas y otros textos escolares y universitarios, ya que consideran que de esta forma se amenaza la diversidad educativa y cultural, así como los derechos humanos de este país.
La IPA se ha hecho eco del daño que han producido varias normativas y decretos con los que se ha restringido la importación tanto de libros como de periódicos y otras publicaciones, un hecho que «viola los derechos de los argentinos» y, además, «debilita la libre circulación de trabajos culturales, políticos y educativos», según la asociación.
Por ello, pide al Gobierno de Kirchner que excluya estos materiales de las restricciones en las importaciones, para conseguir, asimismo, asegurar tanto la libertad de expresión como la libertad de publicación en este país.
Según señala en esta carta, la IPA, fundada en París en 1986 y que cuenta hasta el momento con 60 asociaciones en 55 países, está «alarmada» por los informes y las quejas de algunos de estos miembros, que han observado el incremento del número de obstáculos al que las editoriales se enfrentan para exportar libros a Argentina, tanto en restricciones de importanción, como en los requisitos de certigicados o el límite de los pagos.
En la práctica, esto significa que el caudal de libros que entra en Argentina está «gravemente dificultado» y, por ello, los lectores de este país no pueden acceder a literatura extranjera, publicaciones científicas, textos educativos y otras informaciones.
Mientras que otros bienes pueden ser sustituidos por los productos argentinos, argumenta la IPA, «es imposible generar la variedad de contenido cultural que ofrecen las editoriales de todo el mundo, tanto en español como en otros idiomas», por lo que pide excepciones en estas normas en la medida de lo posible.
«A largo plazo, esto tendrá un impacto en aspectos de la vida social, cultural y económica del país. A corto, la medida hace a Argentina más pobre cada día», concluye esta carta, firmada por el secretario general, Jens Bammel.
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)