«La droga tóxica más dura es el poder y sus máscaras», ha afirmado este jueves el escritor Manuel Rivas, con motivo de la publicación de su libro Lo más extraño (Alfaguara). Este volumen reúne todos los cuentos escritos entre 1990 y 2011, entre ellos, tres relatos inéditos: El despertar de la criada, El misterio de Uz y La sombra de un sueño.
Rivas (La Coruña, 1957) sintió la necesidad de rescatar sus cuentos –«algunos desperdigados y otros perdidos»–, y presentarlos en una sola obra. Según indica, en declaraciones a Europa Press, «de alguna forma se ven como círculos concéntricos y peldaños diferentes de una misma obra», que necesitaban una «reexistencia juntos».
Uno de esos relatos cortos inéditos que cierran este libro es La sombra de un sueño, donde el escritor mira «detrás del espejo del ser humano». La historia narra la relación entre un preso de ETA y un preso común, que nace durante un campeonato de un juego de naipes. «Todo relato es un escenario en el que luchan héroes y tánatos, entre la vida y la muerte, y a veces se abrazan», indica.
José Luis Cuerda ha comenzado en Alicante el rodaje de Todo es silencio, una historia escrita por Rivas y que aborda la «metamorfosis» que experimenta el contrabando hacia un narcotráfico a «gran escala», lo que ha denominado «globalización criminal». Sin embargo, matiza que el fondo de esta historia profundiza en el «principal narcótico, que es el poder oculto que intenta apoderarse de todo».
RESUCITAR A KEYNES
Manuel Rivas reconoce que se siente cerca de «aquellos que simpatizan con ese intento de soñar algo diferente». Para el escritor, es importante que la gente joven que se ha manifestado dentro del movimiento de los «indignados», y a quienes se denominó en su día la «generación perdida», se interese «en su futuro y en el de todos». «Demuestra que no estamos narcotizados y que la sociedad no está dominada por el pensamiento estupefaciente», subraya.
A su juicio, «están latiendo ideas alternativas que tienen que germinar en un nuevo modelo económico y social». Según indica, «se ha intentado matar a Keynes, y no va a haber más remedio que resucitarlo, porque otra solución no hay».
Uno de los libros de Rivas, El periodismo es un cuento, se usa como manual en algunas facultades de Comunicación de España. A su juicio, el periodismo necesita una «recuperación de autoestima». «Tenemos que tener más fe en la profesión, porque, de alguna forma, nos la han sustraído». En este sentido, afirma que lo importante es la información: «Vivimos una paranoia técnica y nos olvidamos de Anna Karenina».
EL CUENTO, GÉNERO MARGINADO
Rivas, nombrado recientemente doctor honoris causa por la Universidad de A Coruña (UDC), describe la ficción como «un fósforo en la oscuridad» y el «encuentro con lo extraordinario que puede haber con lo cotidiano».
En sus palabras, «al mismo tiempo que desvelan algo oculto, hay otra parte que enigmatiza lo que parece demasiado claro». «Son direcciones inversas que se cruzan: procuras desvelar lo oculto y excavas en la memoria, como un arqueólogo», indica. Por ello, considera que «en literatura no hay que detenerse en la línea de lo accesible, hay que ir más allá y, si puedes, quedarte allí sentado».
Respecto al género del cuento, el escritor lamenta que en España ha habido «tradicionalmente» una «subestimación o marginalizacion» del relato y del cuento. Aunque afirma que no se queja, opina que aún hay reticencias al género, lo que explica «ciertos olvidos o desatenciones incomprensibles» hacia autores como Emilia Pardo Bazán.
MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS)